domingo, 22 de abril de 2012

FINLANDIA






Primer viaje
La primera visita a este país fue con motivo de que Helsinki, la capital, era puerto de escala del crucero por el mar Báltico que hicimos en agosto de 2008.
Llegamos a esta ciudad de madrugada porque nuestro avión (Spanair) se retrasó más de 10 horas. Salimos del aeropuerto de Barcelona casi a las 23 horas.
Como consecuencia de llegar tan tarde, nos perdimos el acto de bienvenida en el barco, las explicaciones del director del crucero, en fín, una serie de cosas que no llegamos a saber porque no estábamos allí, como es obvio.
El caso es que no nos pudimos apuntar a la excursión programada para Helsinki y la visita la hicimos por nuestra cuenta.
Lo único que visitamos fueron los monumentos más emblemáticos. Suerte que estaban al lado del puerto :
- La Iglesia Luterana : blanquísima y con su cúpula color verde, en la cima de una gran escalinata. Esto le proporcionaba la altura suficiente para que sobresaliera sobre cualquier otro edificio de la capital y así poder ser admirada ya desde que el barco se acercaba al puerto.

- La Iglesia  Ortodoxa : a pocos metros de la anterior y toda de un ladrillo de color rojo que recordaba los edificios que bordean la plaza roja de Moscú. Los tejados también presentaban un color verde que resaltaba sobre el gris general del cielo en ese día lluvioso que nos tocó en suerte.
Esta iglesia también está en un alto y desde sus patios se puede ver bonitas vistas de la ciudad y el puerto.

Bajando de esta iglesia nos encontramos una especie de mercadillo al aire libre en donde había tiendas con algunas cosas de ropa y souvenirs. Pero lo más vistoso era la multitud de puestos de comida para llevar o para tomar en unas pequeñas mesas que había allí mismo. Me llamó la atención que una de las comidas que se repetía era algo similar a las paellas nuestras. También era común encontrar puestos con una gran plancha en donde preparaban al momento espectaculares piezas de salmón que servían de inmediato.

Nos hicimos unas fotos en unas esculturas de tortugas que había por allí y en seguida nos volvimos al barco porque hacía frío y había empezado a llover. La verdad es que resultaba un día muy poco acogedor para pasear por la ciudad. 

Si hubiéramos podido contratar la excursión que el barco tenía preparada, habríamos visitado el famoso parque de Sibelius y la Iglesia excavada en la roca. Otra vez será.

Lo que si resultó muy bonito fue alejarnos de la ciudad en el barco, desde cuya cubierta podíamos admirar islitas con pequeñas casas, de color rojo, que ofrecían una imagen muy entrañable. 

Segundo viaje:

 Visitamos nuevamente Helsinki como parada obligada durante el crucero que hacemos con Pullmantur  en el mes de agosto de 2010. 
En esta ocasión tenemos tiempo, antes de ir al aeropuerto, de hacer una excursión guiada por la ciudad, pudiendo ver el parque Sibelius y la iglesia excavada en la roca, que no pudimos llegar a ver en nuestro anterior viaje.
Tras la visita a Helsinki, nos llevan en autobús a la ciudad medieval de PORVOO, que resulta ser una pequeña ciudad muy bien conservada, de calles empedradas y casas de color rojo junto al rio, formando un conjunto especialmente atractivo.
Aquí hay un museo de miniaturas que me quedo con deseos de visitar por falta de tiempo, pero sí veo muchas tiendas con casitas y otros objetos en miniatura. Se ve que aquí hay afición ¡que bonito!

La emoción que tengo asociada a Finlandia está ligada a la belleza de las muchas islas que se ven a lo largo de su costa, mientras nos alejamos de Helsinki en el barco, empequeñeciéndose poco a poco la blanca imagen de la catedral,en su pedestal, hasta parecer una de esas piezas de miniatura que tanto entusiasman en Porvoo, el pueblecito de las bonitas casas rojas, que parecen salir de un sentimental cuento de Navidad.

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